audiolibros: leer para los demás
Suena el teléfono. En la pantalla veo el nombre de alguna de las personas que me contactan para grabar audiolibros.
– ¡Hola Ricky! ¿Cómo estás, todo bien?
– ¡Hola, señor X! Todo en orden por aquí. ¿Tú qué tal andas?
– Bien, seguimos adelante con la vida. ¿Qué disponibilidad tendrías para un proyecto de estas características?
– Pues mira, ahora ando bien de tiempo.
– ¿Te paso el libro y me grabas una demo de 5 minutos para el cliente?
– Eso está hecho. Lo tienes a lo largo de la mañana.
A grandes rasgos así empieza para mí el proyecto de grabación de un audiolibro. Pero… esperad un instante. De momento no sé si ese trabajo me lo voy a llevar yo. Este es el primer paso. Al igual que me han contactado a mí también lo han hecho con otros compañeros de mi cuerda, es decir, que tengan una voz similar a la mía porque así lo ha pedido el cliente. Pueden pasar varios días o incluso varias semanas hasta que dan el ok definitivo. En ese momento la máquina se pone en marcha. Un audiolibro no es moco de pavo: requiere de una disciplina y una concentración durante tanto tiempo que debes prepararte mentalmente para ello. Daos cuenta de que existen proyectos muy largos. El audiolibro más largo que he locutado ha sido de cerca de 24 horas. Permitidme que haga un pequeño inciso. Cuando comentas en alguna reunión social que esta es una de tus ocupaciones laborales hay veces que sale el comentario de: “Vamos, que te pagan por leer. Ya me gustaría a mí”. Bien, puedo entenderlo. El desconocimiento de esta profesión puede dar pie a esa clase de afirmaciones. ¡Ay amigo! ¡Cuánto dista eso de la realidad!
Obviamente tiene una parte de verdad, te pagan por “leer en alto”. Pero no nos hagamos líos, no se trata de leer en alto. Se trata de CONTAR. Hay una gran diferencia. Os pongo el ejemplo de un texto escrito como un ensayo, en prosa: estos libros hablan en primera persona y solo tienes que interpretar el texto y contarlo de una forma amena y distendida, pensando siempre en el oyente, en que alguien está escuchándote. Nunca debemos olvidar que somos “cuenta historias”. Sin dejar de lado el respeto que le tengo a esta clase de proyectos, estos libros los considero un caramelito. Requieren esfuerzo, concentración, encierro y mucha disciplina para sacar al día el número de hojas grabadas que te va a permitir entregarlo en la fecha acordada.
No se trata de leer en alto: se trata de contar.
Ricky Delgado
Peeero si el libro es una novela, ups, esto si son palabras mayores. Aquí es cuando se ve realmente la profesión y al profesional. Imaginaos la cantidad de personajes que pueden aparecer, todos ellos con características diferentes, hombres, mujeres o niños, a los que tienes que darles voz, una voz para cada uno. Y eso es un currazo impresionante. Que se lo digan a mi compañero Joan Mora, para mí uno de los mejores lectores de audiolibros del país. Echad un oído a su trabajo, es impresionante.
Al principio me asustaban mucho los tiempos de entrega. A veces te parecen realmente cortos y no sabes si llegarás. Soy “el agobios”. Pero como no tengo abuela he de decir a mi favor que nunca he llegado tarde a ninguna entrega. Es más, siempre he podido enviarlo antes de la fecha (hay que pensar en los errores de grabación que se te hayan podido pasar, en algún cambio que quiera hacer el cliente o los posibles contratiempos de última hora). Cuando te dan toda la información del proyecto lo primero es hacer números: cuántas páginas tiene, capítulos, días hasta la entrega del trabajo… Y a partir de ahí comienzan unas jornadas en las que tienes constantemente tu cabeza en el libro (o el libro en tu cabeza), en sus personajes, en la vida que le vas a dar a cada uno de ellos con tu voz, en el tiempo que tienes que dedicarle cada día si o si al proyecto para poder llegar a terminarlo en la fecha indicada. ¡Os aseguro que no tienes ni un momento para aburrirte!
Si habéis llegado leyendo hasta aquí y tenéis alguna duda respecto al tema, no os cortéis y dejadme un comentario ahí abajo. ¡Hasta la próxima entrada! Intentad ser felices.
Alma
Súper interesante… dependiendo del libro hasta no sobraría un director…tu mismo diriges… ufff … creo que es de lo más complicado…. yo grabe cursos de formación… textos y textos… pero nada que ver… no se plantean en los audiolibros… narrador… y cada personaje que lo graben diferentes actores? Me encantaría… pero un libro entero con personajes y mantener la línea de cada uno… ufff me parece un trabajador increíble… por cierto… que plataforma o donde me recomiendas meterme para escuchar audiolibros? Gracias gracias gracias… buen día!!!
ricky delgado
¡Hola Alma! Muchas gracias por tu comentario. Estoy de acuerdo contigo en la importancia de la figura del director. Personalmente, me gusta ser dirigido, creo que saco mejores cosas como profesional. Hay muchos audiolibros que cuentan con director y con actores para cada personaje. Obviamente, es un trabajo más arduo pero la escucha es mucho más entretenida. Existen muchas plataformas en las que puedes escuchar audiolibros: Storytel, Audible, Penguinlibros, Sonolibro, Miut,… ¡Que pases un buen día!